La interpretación más conocida de "Beams of Heaven" apareció anteriormente en el artículo dedicado a su compositor, Charles Albert Tindley. No habría sido justo publicar esa entrada en este blog sin incluir la que, sin duda, es su creación más conocida. Pero eso no menosprecia la versión de R.H. Harris con la que encabezamos esta entrada. Harris alcanzó reconocimiento como vocalista principal de un conjunto, los Soul Stirrers, de quienes hablaremos más adelante, y que sería el trampolín de salida una gran estrella de la música: Sam Cooke.
Como ya contábamos sobre la vida de Tindley, su padre era esclavo y, al fallecer su madre siendo él muy pequeño, se vio obligado a vivir con una tía para que no le esclavizaran a él junto a su padre. Después del fin de la esclavitud, continuó conociendo los padecimientos que la población negra sufría en su vida diaria. Pero lejos de hundirse en la decepción y la amargura, decidió que la Esperanza en la salvación por medio de Jesucristo era el apoyo sobre el que debía sustentar su vida para crecer con alegría y tratar de ayudar a los demás.
Esta convicción se puede palpar en la mayoría de sus obras, pero en "Beams of Heaven" muy especialmente. Como dice la liturgia de la Misa de difuntos: "la vida de los que en Ti creemos no termina, se transforma. Y al abandonar nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el Cielo". Este es el mensaje de esta hermosa canción, sea cantada por Oletta Adams o por R.H. Harris, con profundidad embriagadora, o con la alegría de saber que nada termina aquí. Por eso es una de mis canciones Góspel favoritas:
INGLÉS | ESPAÑOL |
Beams of Heaven, as I go, Through this wilderness below, Guide my feet in peaceful ways, Turn my midnights into days. When in the darkness I would grope, Faith always sees a star of hope, And soon from all life's grief and danger, I shall be free some day. I do not know how long 'twill be, Nor what the future holds for me, But this I know, if Jesus leads me, I shall get home some day. Often times my sky is clear, Joy abounds without a tear, Though a day so bright begun, Cloud's may hide tomorrow's sun. There'll be a day that's always bright, A day that never yields to night, And in its light the streets of glory I shall behold some day. |
Rayos del Cielo, en mi camino, atraviesan la espesura de aquí abajo. Guían mis pasos por caminos de paz convirtiendo mi noche en día. Cuando en la noche ando a tientas la Fe muestra una estrella de Esperanza. Y de esta vida de dolor y peligros me veré libre algún día. No se cánto tiempo tardará Ni lo que me espera en el futuro. Mas estoy seguro que si Jesus me guía llegaré a casa, algún día. A menudo veo el cielo claro y la alegría deja a un lado las lágrimas. Pero aunque los días amanezcan claros las nubes pueden aparecer mañana. Pero llegará un día siempre brillante, un día en que nunca alcance la noche. Y en esta luz de calles de gloria, yo me encontraré, algún día. |
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