Durante las entregas anteriores hemos completado un somero (somerísimo más bien) repaso a las principales obras del Espiritual Negro, y también a aquellos primeros autores que tuvieron el ánimo y el ingenio para componer las primeras canciones góspel herederas de ese estilo maravilloso creado por los esclavos.
La situación es que, aunque esta música tiene su origen y su razón de ser en la religión cristiana y, por lo tanto, está destinada a ser interpretada en las celebraciones religiosas, no todas las confesiones protestantes las consideraban apropiadas para el culto. Entre la población negra, las confesiones mayoritarias eran la Baptista, que generalmente no admitía los cantos del Espiritual Negro, optando por otros más clásicos y la Metodista, donde existía división entre quienes los aceptaban y quienes no, aunque quienes sí lo hacían imponían que se interpretaran de forma muy austera.
En el año 1906, el pastor metodista llamado William Joseph Seymour, nacido en Louisiana, acudió a la ciudad de Los Ángeles para impartir una serie de sermones. Su particular visión sobre la santidad y el Espíritu Santo no lograron el entusiasmo de quienes le habían convocado- Pero sí logró la atención de una pequeña iglesia en el número 312 de la calle Azusa, que le contrataron como pastor, y donde comenzó a predicar un doctrina inspirada en los acontecimientos de Pentecostés (Hechos 2, 1-11): |
"Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.
Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo. Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Con gran admiración y estupor decían: «¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua?
Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor, en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios»."
La predicación de Seymour centraba la religión exclusivamente en la experiencia y las emociones que esta genera, abandonando la visión ascética tan propia del cristianismo para quedarnos puramente en la mística. De este modo, comenzaron a considerar el "bautismo por el Espíritu" como un momento de conversión en el que la persona renuncia a la vida de pecado de forma consciente. Y a esta transformación de la voluntad de la persona lo llaman "ser salvados". Hay que entender que todo el proceso queda muy difuso de forma premeditada. Al no existir los Sacramentos más allá del Bautismo entre los protestantes, no pueden dar el carácter sacramental a la recepción del "don del Espíritu Santo", que para los católicos es el Sacramento de la Confirmación y que, probablemente, debería ser explicitado con algo de la visión pentecostal... pero me estoy distrayendo.
Lo que comenzó con una parroquia de unas 20 personas comenzó a crecer de manera exponencial según iba atrayendo la atención de fieles de otras iglesias de la ciudad, llamándose en primera instancia "Azusa Street Revival" y, más adelante "movimiento Pentecostal". Durante los siguientes 20 años expandieron sus creencias y su forma de celebrar por todo el territorio de los EEUU. Una de las razones por las que esta expansión se produjo de forma tan veloz fue que no se trataba de una nueva "denominación", como llaman ellos a las diferentes iglesias protestantes, o incluso a las Iglesias Católica y Ortodoxa. Los pentecostales se consideran a sí mismos como un movimiento compatible con cualquier variedad de la Fe cristiana... incluso aunque la Iglesia Católica o la Ortodoxa no se consideren a sí mismas compatibles con el Movimiento Pentecostal. Sin embargo, disputas doctrinales entre algunos de los primeros pastores del movimiento llevaron a uno de ellos, Charles Harrison Mason, a fundar su propia denominación, la Iglesia de Dios en Cristo o COGIC por sus siglas en inglés (church of God in Christ).
Al centrar su predicación en la experiencia emocional, sus celebraciones incorporaron también una mayor expresividad física tanto entre los celebrantes, los coros que acompañaban la celebración y los propios asistentes, llegando a producirse las escenas que todos hemos visto en que se exclama "¡Aleluya!", se ponen de pie, levantan los brazos al cielo, y se llegan a ponerse los ojos en blanco o incluso producirse desvanecimientos a causa de la excitación.
Y si las celebraciones consisten en ese derroche de expresividad, la música constituyó un elemento fundamental para lograr remover el corazón de las personas y empujarlas a participar en la efusividad esas mismas celebraciones. Se trataba de canciones más sencillas que las tradicionales del Espiritual Negro tanto en armonías (de la que carecían en muchas ocasiones), uso de notas, acordes y ritmos.
Uno de los primeros himnos pentecostales en publicarse y hacerse populares es "Jesus Only", de Charles Price Jones, en el que se puede comprobar esta simplificacion de la que hablamos, que va a dirigida a mover los sentimientos y la emoción de la audiencia. |
El éxito del Movimiento Pentecostal fue tan enorme en la comunidad cristiana negra de los EEUU, que podemos decir que la inmensa mayoría del góspel desde la década de los 40 hasta nuestros días bebe de ese espíritu. Hoy en día resulta extraño encontrar un coro góspel vestido de traje en lugar de con túnicas, manteniendo una compostura de concierto en lugar de estar saltando y bailando, o creando armonías a 4 voces en lugar de un estilo de llamada-respuesta con una o dos voces únicamente. De hecho, nuestro Coro Góspel de la Escuela de Música de Boadilla del Monte es una de las rarezas que no han abrazado esta moda que lleva existiendo ya más un siglo, y hemos tenido que escuchar que "lo que vosotros hacéis no es góspel de verdad" cuando, como pudimos ver en el capítulo dedicado a los Fisk Jubilee Singers, es esta la forma original en la que se comenzó a interpretar el Espiritual Negro y el Góspel.
Por otra parte, tampoco se debe menospreciar el impulso que ha supuesto la música creada al amparo del Movimiento Pentecostal. Si bien sus orígenes fueron de una enorme simplicidad que les permitió centrarse en lo emocional, la evolución a lo largo de los años ha generado desarrollos de lo más diverso, y también obras de gran complejidad y belleza. Antes bien, al contrario, debe verse como un impulso creativo sin el que, posiblemente, el góspel no hubiera podido tener el impulso y desarrollo que experimentó entre los años 30 y 60 del siglo XX, que se han dado en llamar la Edad de Oro del Góspel, y que iremos desgranando en próximas entregas.
No quiero despedir este post sin ofreceros otra de esas canciones tempranas "I'm Happy with Jesus Alone", en una interpretación mucho más reciente. Espero que la disfrutéis y la apreciéis en lo que vale:
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