Nobody Knows the Trouble I See es otra de esas obras del Espiritual Negro que conmueven el alma en el momento en el que escuchas el primer compás. No en vano ya la había utilizado para presidir la entrada sobre el Espiritual Negro, con una versión igualmente magnífica de Nat King Cole.
Se trata de una de las obras más reproducidas no solamente en las recopilaciones de espirituales más antiguas, de las que hablamos en una entrada anterior, sino también sucede así en los libros de himnos más modernos, como se puede comprobar en la página correspondiente del portal Hymnary.org.
La canción transmite la inmensa desesperación de quien ya no tiene nada en la vida en lo que confiar, pero se pone en las manos de Jesús, quien padeció y murió en la Cruz, y que nos sostiene a pesar de cualquier sufrimiento.
Quizá la interpretación que dio mayor difusión a esta obra la realizó la contralto Marian Anderson el 9 de abril de 1939.
Como parte de su temporada de conciertos, la Universidad de Howard, una de aquellas primeras universidades creadas para educar a los antiguos esclavos, decidió invitar a la entonces estrella del bel canto. Pero recibieron tan elevado número de solicitudes de asistencia, que el auditorio de la universidad se les quedó pequeño, y tuvieron que buscar la colaboración de otro organismo que contara con un auditorio de mayores dimensiones. La alternativa estaba clara, el auditorio de las Hijas de la Revolución Americana, que era el utilizado de forma regular por la Orquesta Sinfónica Nacional de los EEUU. |
Pero debemos recordar que los EEUU era una nación en la que imperaba la segregación entre negros y blancos, y dicho auditorio era un espacio "white only", de manera que la diva no podría celebrar su concierto en ese lugar.
La decisión generó las más airadas protestas. Incluso la primera dama, Eleanor Roosevelt, entre otras personas de importancia, decidió abandonar la asociación como gesto de repulsa ante la decisión. Pero la asociación se mantuvo firme en su error, con lo que todavía era necesario encontrar un espacio para celebrar el concierto, que ahora tenía un motivo aun mayor para celebrarse.
El movimiento de protesta logró que numerosas personas se sumaran para esponsorizar su celebración, y surgió la posibilidad de celebrarlo en el exterior, delante del monumento a Lincoln, precisamente el presidente de los EEUU que terminó con la lacra de la esclavitud. Al conocerse el nuevo lugar de celebración, la población respondió con entusiasmo, y se congregaron 75.000 personas para disfrutar de quien fue una de las mejores voces de su generación. Pero, curiosamente, Nobody Knows the Trouble I See no formaba parte del repertorio del concierto, aunque sí lo hacían otros Espirituales y algunas arias de opera. El entusiasmo del público exigió un bis, y esta fue precisamente la obra que Anderson eligió para cerrar un concierto que ha pasado a la historia, pues dio pie a la celebración del encuentro de Martin Luther-King en el mismo lugar donde pronuncio su famoso discurso "I have a dream...". |
La cadena de radio NBC retransmitió el concierto que fue seguido por cientos de miles de personas en todo el país, y ha permitido que esa notable interpretación haya podido llegar hasta nosotros, y que ahora yo os la pueda ofrecer con la recomendación de que, a pesar de ya haberla escuchado en las voces de Ethel Waters y Nat King Cole, lo hagáis ahora en la extraordinaria voz de la gran Marian Anderson.
Como es habitual, os ofrezco la letra más frecuente junto a su traducción al español.
INGLÉS
Nobody knows the trouble I've seenNobody knows but Jesus Nobody knows the trouble I've seen Glory, Hallelujah Sometimes I'm up Sometimes I'm down Oh, yes, Lord Sometimes I'm almost to the ground Oh, yes, Lord. |
ESPAÑOL
Nadie conoce los padecimientos que he visto.Nadie los conoce salvo Jesús Nadie conoce los padecimientos que he visto. ¡Gloria, aleluya! A veces me siento elevado A veces estoy derrotado Oh si, Señor A veces me siento arrastrado por el suelo Oh si, Señor |
Comentarios
Publicar un comentario