Mahalia Jackson 1911-1972

Hablar de Thomas Dorsey sin mencionar a Mahalia Jackson sería como citar a Juan Carlos Calderón sin decir una sola palabra de Mocedades o de Manuel Alejandro sin citar a Raphael o Rocío Jurado.

 

Mahalia fue la musa, la interprete, la amiga y la cómplice de ese gran compositor. Su música habría trascendido su propia vida, sin duda, pero no habría llegado ni tan lejos ni tan alto sin contar con la interpretación realmente única de la "Reina de la música góspel".

Mahalia Jackson nació en Nueva Orleans. Sus padres no estaban casados y el padre aparecía solamente de vez en cuando, por lo que la crianza y educación de Mahalia y sus 5 hermanos pasaba entre las manos de su madre, Charity Clark, sus abuelos (antiguos esclavos) y su tía Mahala (a quien apodaban Duke por su carácter autoritario) dependiendo de la fortuna de Charity para lograr un empleo.

La familia era muy religiosa, y acudían a la iglesia baptista, de las más severas en los EEUU. En su iglesia, el pastor cantaba himnos ingleses del siglo XIX y el pueblo contestaba, pero siempre manteniendo unas formas severas y poco expresivas. Sin embargo, desde la casa de la tía Duke, podían escuchar las celebraciones de la iglesia pentecostal, donde interpretaban Góspel con todo tipo de acompañamientos, efusiones y expresividad. Mahalia cantaba en su iglesia baptista, pero la que realmente le atraía era la pentecostal.

Al fallecer su madre en 1917, Mahalia tuvo que dejar los estudios y comenzó a trabajar, primero en labores domésticas y más tarde como lavandera.

 

Según Mahalia y sus hermanos iban creciendo, comenzaron a explorar lo que les estaba prohibido. Para Mahalia el gran descubrimiento fueron el blues y el jazz, que jamás había escuchado antes. Su hermano mayor conseguía discos que podían reproducir en casa cuando la tía Duke se encontraba fuera, y así desarrolló una enorme admiración por la voz y el estilo de la cantante Bessie Smith. Esta y otras situaciones comenzaron generar conflictos entre la Mahalia adolescente y su tía Duke, que terminaron en que tuviera que dejarla para irse a vivir a Chicago con su tía Hannah.

En Chicago, Mahalia encontró trabajo en el servicio doméstico. Pero sufría de nostalgia de su familia y hogar en Nueva Orleans. El único consuelo a su añoranza era la iglesia, donde su prometedora voz fue aceptada en el coro sin dudarlo. Pero su estilo, sureño y pentecostal, no fue bien recibido entre los baptistas del norte, quienes no aceptaban todavía el Góspel o el Espiritual Negro en sus celebraciones. Y no solamente se trataba de contener sus efusiones vocales, sino que también molestaban los movimientos, palmadas y patadas con las que Mahalia siempre acompañó su interpretación. La solución que encontraron para ocultarlas fue cubrir a los miembros del coro con largas túnicas que disimulasen sus cuerpos y, con ellos, también sus movimientos.

Al terminar uno de los ensayos,el director le recomendó que, para corregir su forma de cantar, acudiera a un reconocido profesor de canto. La conclusión del profesor era que Mahalia debería cambiar completamente su forma de cantar "para que pudieran entenderla los blancos". Es fácil comprender que Mahalia salió de allí como un terremoto para no volver a recibir una clase de canto jamás.

Sin embargo, su estilo llamó la atención de los hijos del director del coro, quienes la reclutaron para realizar giras en las que cantaban en las iglesias de pueblos pequeños o en funerales a cambio de la voluntad de los asistentes. Según esta actividad comenzó a resultar más rentable, decidió priorizarla sobre su trabajo regular, poniéndose en manos de Dios para obtenerle el sustento, a lo que ella se refería como cantar "por los panes y los peces" en referencia a que el Señor obraría el milagro de obtener su sustento, y así fue. A cambio, realizó la promesa de no abandonar nunca la música religiosa por la profana, la cual mantuvo toda su vida, incluso cuando las cosas le fueron realmente mal económicamente y los contratos para cantar jazz y blues aparecían a su puerta.

En 1937 realiza su primera grabación discográfica. Aunque tuvo escaso éxito, permitió que su familia de Nueva Orleans pudiera escucharla en su nueva aventura como la primera cantante góspel profesional de la historia.

El gran momento en la vida musical de Mahalia Jackson se produjo cuando Thomas Dorsey le propuso formar equipo para combinar las composiciones de él con la extraordinaria voz de ella. Ambos se conocían y apreciaban, pero tuvo que ser un momento de crisis para ambas trayectorias profesionales el que los empujara a crear este "matrimonio" profesional que los catapultó a ambos.

Y pasó lo que tenía que pasar. "Move On Up A Little Higher" vendió más de 2 millones de discos, llegando al puesto número 2 de la lista Billboard. Celebró un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York, y fue tal el éxito que se volvió un evento recurrente todos los años. Gracias sus extraordinarias cualidades y el enorme éxito logrado, consiguió 2 hitos realmente impresionantes:

• Abrir la música Góspel a la población blanca.
  
  
• Sacar la música Góspel de las iglesias a los escenarios.

Trabajadora incansable, en numerosas ocasiones su salud se vio afectada gravemente por las continuas actuaciones durante sus giras internacionales, o por la necesidad de dormir incluso en el coche cuando las leyes de segregación en los estados del sur de los EEUU le impedían alojarse en los mismos hoteles en los que actuaba.

Mahalia fue buena amiga de Martin Luther King y su esposa Ella fue la estrella de la actuación musical que acompañó la marcha de Washington en 1963 donde King pronunció su famoso discurso "I have a dream...". Y estableció el estándar de interpretación de "Precious Lord, take my hand" al cantarla en su funeral, tal y como el doctor King le había pedido que hiciera.

Con el paso de los años su salud continuó deteriorándose. En enero de 1972 tuvo que suspender una gira por Europa, volviendo a Chicago para una operación de urgencia durante la que falleció por una parada cardíaca. En su funeral, fue Aretha Franklin quien interpretó "Precious Lord, take my hand".

No es posible realizar una lista de grandes éxitos de Mahalia Jackson, por la sencilla razón de que sería una lista inacabable. Pero me parece que la entrada queda coja si a las canciones que ya os he puesto aquí y que ya he enlazado en otras entradas de este blog, no le añadiera algunas otras sugerencias:

• Go Tell It On The Mountain.
• He's Got The Whole World In His Hands, en su aparición en Barrio Sésamo.
• His Eye Is On The Sparrow.
• I Can Put My Trust In Jesus
• I see God.

Y no pongo más, para no sabotearme oportunidades en futuras entradas del blog.