En la entrega anterior hablábamos de la explosión de conjuntos vocales que sucedieron a la "revolución" que introdujo Thomas Dorsey con la organización de coros y la creación de una industria de publicación de partituras de las nuevas composiciones Góspel.
Y de manera semejante a cuando decíamos que no se puede hablar de Dorsey sin mencionar a Mahalia Jackson, tampoco se puede hablar de los conjuntos vocales góspel, sin citar al Golden Gate Quartet. Ha habido conjuntos muy grandes, pero sin ninguna duda ellos destacan por duración de una carrera que todavía funciona de manera exitosa, por su repertorio, por sus arreglos y por la difusión que han dado a nuestro género musical favorito alrededor del mundo.
El conjunto se forma a finales de los años 20 por 4 alumnos del instituto Booker T. Washington de Norfolk, Virginia: Henry Owens, Clyde Reddick, Willie Johnson y Orlando Wilson. Desde sus primeros momentos tomaron 2 decisiones que serían la clave de su éxito durante todos estos años: |
- Centrarse en el repertorio del Espiritual Negro: habría sido imposible pensar que hubieran rechazado interpretar numerosos clásicos del góspel, especialmente habiendo nacido en la época de oro de Dorsey, pero sí que ha sido siempre el corazón en torno al cual han construido sus grabaciones y espectáculos.
- Imprimir a sus arreglos un ritmo vivo y alegre y unas armonías heredadas de los cuartetos de barbería, tan populares en los años 30 en los EEUU.
A principios de los años 30 nos encontramos con sus primeras grabaciones discográficas y su participación en programas de radio, inicialmente en programas de música religiosa para la población negra, pero llegando posteriormente a los grandes programas de difusión de música por todo el país. |
Eleanor Roosevelt se convirtió en una gran fan del grupo, e intercedió para que se les invitara a participar entre las actuaciones de la jura de su marido Franklin Delano Roosevelt como presidente de los EEUU en 1941.
La segunda de las claves que hemos mencionado anteriormente fue la causante de que los Golden Gate Quartet pudieran alcanzar una audiencia mucho mayor que la inicialmente interesada en el góspel, abriéndoles el mercado de la música profana, sin por ello tener la necesidad de abandonar el repertorio religioso.
Al terminar la II Guerra Mundial vieron que el número de conjuntos vocales había crecido de una manera tan extraordinaria, que no eran capaces de mantener los niveles de reconocimiento entre el público que habían tenido antes de la guerra. Estando a punto de abandonar su trayectoria, y en una decisión que cambiaría sus vidas, decidieron realizar una gira por Europa en 1953. Esta gira se convirtió en éxito de tales dimensiones que decidieron trasladar la sede de sus operaciones a París. |
Y aunque en sus giras hayan vuelto a los EEUU en numerosas ocasiones, ahora somos los europeos quienes tenemos la suerte de poder disfrutar con una mayor frecuencia de la calidad y el genio del Golden Gate Quartet.
Como es lógico al tratarse de un conjunto que lleva funcionando desde hace casi 100 años, ha habido numerosos cambios entre sus componentes. Pero conviene mencionar la formación que constituyeron Orlando Wilson (uno de los miembros originales), Clyde Riddick, Clyde Wright y Paul Brembly, quienes durante los años 70, 80 y 90 del siglo XX dieron un nuevo impulso a la extraordinaria carrera de este extraordinario grupo.
El último de ellos en incorporarse a aquella formación, Paul Brembly, es quien lidera ahora mismo el grupo compuesto también por las voces de Frank Davis, Thierry Francis y Timothy Riley, a quienes tenemos la suerte de poder disfrutar cada pocos años en Madrid dentro de los conciertos Grandes del Góspel que organiza cada mes de diciembre el ayuntamiento de Madrid.Si ves que el Golden Gate Quartet actúan en tu ciudad, no dejes pasar la extraordinaria oportunidad de disfrutar de uno de los grupos de Góspel realmente grandes. Como le comenté a una amiga cuando fuimos a verles actuar hace un par de años, son los Beatles del Góspel.
No se si se me nota mucho lo que me gusta a mi este grupo... Para terminar, os dejo con su gloriosa interpretación de un gran clásico: "When the saints go marchin' in". Que lo disfrutéis.
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